1. Teatro de Pompeyo
2. Odeón
3. Panteón
4. Teatro de Marcelo
5. Templo de Júpiter Optimus Maximus
6. Templo Juno Moneta
7. Columna Trajana
8. Basílica Julia
9. Foro Romano
10. Curia (Sede del Senado)
11. Basílica Emilia
12. Foro de los Emperadores
13. Templo de Vesta
14. Basílica de Majencio y Constantino
15. Circus Maximus
16. Monte Palatino
17. Templo de Heliogábalo
18. Templo de Venus y Roma
19. Septizonium (Erigido por Septimo Severo)
20. Aqua Claudia
21. Templo Divino Claudio
22. Arco de Constantino
23. Coloso de Nerón
24. Coliseo (Anfiteatro Flavio)
25. Escuela gladiadores
26. Termas de Tito
Las siete colinas de Roma son una serie de promontorios que históricamente han formado el corazón de la ciudad de Roma. Situadas al este del río Tíber, este conjunto geográfico ha protagonizado numerosísimos pasajes literarios y son una referencia muchas veces repetida en la cultura popular.
Las siete colinas de la Roma antigua eran:
- el monte Aventino (Collis Aventinus), (47 metros de alto).
- el Capilla (Capillus, que tenía dos crestas: el Arx y el Capitolium), (50 metros de alto).
- el Celio (Caelius, cuya extensión oriental se llamaba Caeliolus), (50 metros de alto).
- el Esquilino (Esquilinus, que tenía tres cimas: el Cispius, el Fagutalis y el Oppius), (64 metros de alto).
- el monte Palatino (Collis Palatinus, cuyas tres cimas eran: el Cermalus o Germalus, el Palatium y el Velia), (51 metros de alto).
- el Quirinal (Quirinalis, que tenía tres picos: el Latiaris, el Mucialis o Sanqualis, y el Salutaris), (61 metros de alto).
- el Viminal (Viminalis), (60 metros de alto).
Nace en los Apeninos, en el monte Fumaiolo, en la región de Toscana, y atraviesa las de Umbría y Lazio, pasando por las ciudades de Perugia y Roma. Desemboca en el mar Tirreno, el cual alcanza dividido en dos brazos en Ostia, el Isola Sacra (al sur) y Fiumicino (al norte). En su curso hay numerosos puentes algunos de ellos de gran valor histórico-artístico.
La creciente amenaza de las invasiones bárbaras convenció al emperador Aureliano de la necesidad de fortificar Roma con unas murallas adecuadas. La construcción de esta obra se inició hacia el 271 a.C. y en su perímetro encerraban toda la ciudad, excepto algunos barrios periféricos.
Para realizar la muralla se incluyeron y aprovecharon como elementos de defensa, numerosas construcciones ya existentes a lo largo del recorrido de la misma, tales como los muros de los jardines de los Acilios, el Castro Pretorio, los acueductos del agua Marcia y del agua Claudia, el anfiteatro castrense y la pirámide de Cayo Cestio.
La altura original de 8 metros de altura de la muralla se dobló a principios del siglo V tras la profunda remodelación realizada por orden del general Flavio Estilicón bajo el mandato del emperador Honorio.
Estas murallas sirvieron de referencia para fortificar villas y ciudades durante la Edad Media.
Para realizar la muralla se incluyeron y aprovecharon como elementos de defensa, numerosas construcciones ya existentes a lo largo del recorrido de la misma, tales como los muros de los jardines de los Acilios, el Castro Pretorio, los acueductos del agua Marcia y del agua Claudia, el anfiteatro castrense y la pirámide de Cayo Cestio.
La altura original de 8 metros de altura de la muralla se dobló a principios del siglo V tras la profunda remodelación realizada por orden del general Flavio Estilicón bajo el mandato del emperador Honorio.
Estas murallas sirvieron de referencia para fortificar villas y ciudades durante la Edad Media.
El perímetro original de la muralla de Roma era de 19 kilómetros, de los cuales se conservan más de 12. Englobaban una superficie de 14 kilómetros cuadrados y sus paredes contaban con una altura original de 8 m. y un espesor de 3,5 m. Tenían forma hexagonal y contenían 382 torres, 7.000 almenas, 14 puertas principales, 5 poternas, 116 letrinas y más de 2.000 ventanas para las máquinas de guerra. El material empleado para su construcción fue en origen el ladrillo.
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